“Nos planteamos ganar siempre, desde el inicio. Pero un empate no está mal. Es la primera vez que logramos hacer un punto en un mundial, nos da mucha confianza, es bueno para nosotras”.
La forma de lograrlo influyó en reafirmar esa sensación de éxito. España hizo 19 disparos a gol y solo anotó uno. Costa Rica tiró 3 veces, 2 entre palos, 1 gol. La arquera Dinnia Díaz se hizo gigante en el último tramo, por eso la frustración era mayor en el bando de la Roja europea.
Para la centrocampista tica hubo otros factores importantes, además del acierto de de su arquera. “La clave fue mantener el bloque, las jugadoras marcando, corriendo todo el tiempo y metiendo pierna. Todas compactas. No fue un partido cómodo para España, no las dejamos jugar a su gusto”, explica.
La entrenador Amelia Valverde supo neutralizar tácticamente el centro creativo de España y su juego por las bandas. Sus muchachas aguantaron el desafío físico y mantuvieron la presión. Una muestra del gran avance que se ha dado en los últimos años en el fútbol femenino costarricense.
Curiosamente, hace unos años el seleccionador español Ignacio Quereda y su asistente Pedro Sánchez viajaron a San José para trabajar en el proyecto de desarrollo de las bases de este deporte. Las alumnas aprendieron bien la lección y con pasos cortos pero firmes han llegado a plantar cara al maestro.
“Este es un grupo de muchachas que lleva 10 años trabajando juntas. Siguieron todo el proceso desde la sub-17 a la sub-20 y hasta aquí”, explicaba Valverde. Alvarado es una de esa chicas. Jugó la Copa Mundial Femenina Sub-17 en 2008 en Nueva Zelanda y luego la Sub-20 en Alemania 2010. Hoy disfruta del histórico primer punto mundialista para las mujeres ticas.
“El fútbol femenino en Costa Rica ha venido en creciendo. Y ésta es una selección mayor pero muy joven lo que nos da una perspectiva de futuro muy interesante, porque permite seguir este proceso con una buena base”, nos dice la jugadora que a pesar de sus 24 años es una de las veteranas del equipo.
Con todo su bagaje, siente, sin embargo, que esto es un escenario diferentes. “Este Mundial es más exigente. Y además supone la culminación del camino en los mundiales menores. El ambiente es distinto, siento que hay mas apoyo y más profesionalidad. Hay una diferencia grande”, reconoce la jugadora del Deportivo Saprissa.
Uno de los principales objetivos del grupo es acumular minutos y experiencias para seguir creciendo por el buen camino. Con planes a largo plazo, con objetivos pausados y a conquistar, uno por uno.
“Llegar aquí era una meta. Ahora tenemos otras. Hoy hicimos historia y queremos seguir haciendo historia. Hay que trabajar duro, entregando el 100% como nos pide la profesora. Nuestro sueño sigue intacto y hay que seguir luchando para seguir adelante”, dice con firmeza Alvarado.
Por: FIFA.com
