La clausura del coloso es una sanción impuesta, debido al reporte sobre diferentes actos violentos como el lanzamiento de objetos peligrosos, así como la profusión de insultos dirigidos especialmente durante el encuentro disputado ante el conjunto de Panamá hace algunos meses.
Dicho castigo obligaría a los hondureños a cambiar de sede para recibir a la "Sele" en marzo, un duro golpe en sus aspiraciones por meterse nuevamente en la lucha por un puesto al próximo Mundial, ya que han perdido el fortín que tanto les ha resultado las últimas eliminatorias.
A pesar de esto, la "H" intentará apelar la sanción para revertirla y buscar solamente una multa que puedan satisfacer con la parte económica y así poder contar con la habilitación de su estadio nuevamente.
La escuadra catracha deberá cumplir con las próximas obligaciones programadas en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, como parte de la hexagonal clasificatoria para el Mundial Rusia 2018.