Klinsmann, quien fue el DT del seleccionado de las barras y las estrellas desde julio del 2011, anduvo a los trancos en el último año y medio, con un equipo que ya mostraba signos de descenso en lo futbolístico desde la derrota con Jamaica en la Copa Oro de 2015.
Negado a rectificar sus esquemas, lo que le valió las críticas de referentes del equipo como Michael Bradley y Clint Dempsey, y empeñado en armar su fútbol a base de jugadores foráneos, sobre todo de la Bundesliga alemana, Klinsmann transcurrió el último tramo desde el Mundial de Brasil-2014 caminando sobre carbones ardientes.
Para muchos críticos, el DT alemán debió haber salido del cargo después de la Copa Oro 2015.
En un país como Estados Unidos, donde las decisiones de fútbol se toman con la cabeza fría y no con el corazón, la abrupta salida de Klinsmann deja entrever que detrás de esa decisión hay algo más que las dos derrotas iniciales en el Hexagonal de Concacaf.
“Hemos tomado la difícil decisión de separarnos de Jürgen Klinsmann, nuestro entrenador y director técnico nacional”, dijo la Federación de Fútbol de Estados UNidos (US Soccer) en un comunicado al anunciar el despido del entrenador.
Empero, al parecer, el detonante para tan fulminante despido fueron las dos últimas derrotas en el Hexagonal, sobre toda la goleada 4-0 de le dio Costa Rica, además de la que le propinó México en el primer partido por 2-1.
Por: AFP