La inestabilidad de los directores técnicos, resultados amargos como el 6-1 propinado por Alajuelense en el Morera Soto, lapsos sin conocer la victoria, lesiones, expulsiones y otros acontecimientos, fueron los que fortalecieron al tercer equipo más ganador de Costa Rica.
Estos momentos de incertidumbre provocaron que gran cantidad de amantes al fútbol tico dieran al “Tigre” por muerto, incluso antes de finalizar la etapa regular; sin embargo, lograron la clasificación a las semifinales y fue ahí donde el “Team” despertó para acabar con todo lo que se le ponía al frente.
Primero fue el Municipal de Pérez Zeledón, equipo que estuvo a una unidad de clasificar a la siguiente fase del campeonato; no obstante, con su empate 1-1 ante Cartaginés y la victoria 6-2 de Herediano ante Limón Fútbol Club, el equipo del sur se quedó en la quinta posición del Apertura 2018.
La ilusión creció para los seguidores de Herediano, quienes en la semifinal acabaron con los campeones nacionales en aquel momento y también líderes de la tabla general, impidiendo así la campeonización inmediata del Deportivo Saprissa.
Posteriormente, el equipo comandado por el Director Técnico Jafet Soto, acabó con la fantasía del pueblo “liguista” de avanzar a la gran final para enfrentarse a la “S” y buscar su añorada estrella número 30, título que una vez más se le negó a Alajuelense.
Con estos acontecimientos llegaron los “rojiamarillos” a la gran final del certamen que recién finalizó, donde una vez más se toparon con su más inmediato competidor de los últimos campeonatos cortos en Costa Rica: el Deportivo Saprissa.
En el juego de ida quedó tensión en el bando “rojiamarillo” y en sus aficionados, ya que el empate 2-2 parecía que le daba más vida al “Monstruo” por cerrar en el Estadio Ricardo Saprissa Aymá completamente lleno.
Sin embargo, esto no fue motivo de desesperación para el Club Sport Herediano, quienes también recordaron sus alegrías durante los últimos seis meses para concretar lo que se propusieron a inicio del campeonato, ser los mejores del Torneo Apertura 2018.
Ingresar a la semifinal de cuarto lugar, extender cada cotejo a 120 minutos o cobros desde el manchón blanco, ser campeones en la Liga Concacaf y contar con una afición que los apoyó de principio a fin, fue la clave para que a partir de la próxima campaña la bandera rojiamarilla ondee en los estadios de la Primera División.