En media hora más de juego fue imposible que alguno de los dos clubes sacara la ventaja sobre el otro, así que la tanda de penales era una realidad y tanto Kevin Briceño como Leonel Moreira, estaban llamados a robarse el protagonismo.
El primer cobro fue efectivo para ambos equipos, el segundo tiro fue fallado por Junior Díaz y efectivo para Juan Bustos Golobio, siendo este último el futbolista que elevó la algarabía en el Ricardo Saprissa Aymá.
Posteriormente Leonel Moreira se convirtió el héroe y detuvo los lanzamientos por parte de Ricardo Blanco y Juan Gabriel Guzmán, mientras que Kevin Briceño no pudo hacer mucho ante los mexicanos Aldo Magaña y Antonio Pedroza.
Las posibilidades de clasificar eran cada vez más cortas para el Deportivo Saprissa, equipo que plasmó toda su confianza en su cancerbero para que intentara detener el cobro por parte del zaguero del “Team”.
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El defensor Pablo Salazar tomó el balón y colocó en el manchón blanco, respiró profundo y cobró; su lanzamiento acarició los cordeles de Briceño y también silenció la “Cueva”, que ahora deberá esperar dos partidos más para intentar cobrar factura.
Sus más de 1300 minutos en el campo de juego durante el Torneo de Apertura 2018 tienen un significado aún más especial para quien porta la banda de capitán, quien elevó sus brazos al cielo en señal de agradecimiento por opacar la felicidad en la cancha de los campeones nacionales.
Tanto Salazar como el resto de jugadores del Club Sport Herediano, anhelan regresar a la “Cueva” el próximo domingo 23 de diciembre, fecha donde se definirá quien será el monarca del Torneo de Apertura 2018.